Nuestra Declaración de Fe

Nuestra Declaración de Fe

Las Sagradas Escrituras son la autoridad en nuestra fe y vida, y afirmamos esta Confesión de Fe como nuestra interpretación de la Doctrina Bíblica:

La Biblia

Creemos que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son inspiradas verbalmente por Dios, infalibles en su totalidad, en los manuscritos originales, y que son de autoridad suprema y final (2 Pedro 1:21).
Es revelada por Dios (Efesios 3:3).
Es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16).
Es la guía en nuestra vida y nuestra fe (Hebreos 4:12, Romanos 15:4).

Hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4) que es Soberano (Hechos 4:24), Eterno (Salmos 90:1-2), Espíritu (Juan 4:24), Todopoderoso (Apocalipsis 19:6), Santo (Levítico 11:44), Sabio (Romanos 11:33), Bondadoso (Romanos 2:4), Verdadero (Tito 1:2). Es el Creador de absolutamente todo (Isaías 45:18), de las cosas visibles e invisibles (Colosenses 1:16-17).
Sin embargo, en la unidad de Dios existen tres personas que son la Trinidad. La primera persona es el Padre (Mateo 7:11). La segunda persona es el Hijo (Juan 3:16). La tercera persona es el Espíritu Santo (Juan 14:16-17).
Según Juan 1:1-3 y 14 el Verbo que es el Hijo (Jesús) es Dios.
Si bien la Biblia no muestra de forma explícita que el Espíritu Santo es de la misma substancia de Dios, hay varios versículos que lo muestran como: el Espíritu de Dios (Génesis 1:2), el Espíritu de Jehová (Jueces 3:10), Espíritu del Señor (Lucas 4:18), Espíritu de Cristo (Romanos 8:9). También está directamente relacionado con el Padre y el Hijo (Mateo 28:19).

Creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios (Juan 3:16).
Su Nombre es por sobre todo nombre (Filipenses 2:9).
Fue concebido de forma sobrenatural en el seno de María (Lucas 1:34-35).
Es 100% Dios (Tito 2:13) y 100% Hombre (Juan 1:14).
Vivió una vida justa y sin pecado (2 Corintios 5:21).
El es el Sacrificio Perfecto (1 Pedro 1:19).
Fue nombrado como el Único Mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5).
Él Resucitó de entre los muertos (Mateo 28:5-6).
Ascendió al Padre (Hechos 1:9-11).
Y ahora es nuestro Abogado (1 Juan 2:1) e intercede por los creyentes (Romanos 8:34).
Él vendrá nuevamente (Mateo 24:39) para llevar a Su iglesia a morar con Dios por la eternidad (1 Tesalonicenses 4:16-17).

Creemos que el Espíritu Santo mora en cada creyente (Juan 14:17), como un sello de la Presencia del Señor (Efesios 1:13).
Nos convence de pecado, justicia y juicio (Juan 16:7-11).
Él produce fruto en nosotros (Gálatas 5:22-23) y, a través de Él, tenemos diferentes dones (1 Corintios 12:4) para la utilización de éstos en la obra del Señor (Efesios 4:11-12).

Creemos que la humanidad fue creada a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26), la humanidad decidió desobedecer a Dios (Génesis 3:1-13) y, por esto, todos somos pecadores y no podemos alcanzar la Gloria de Dios (Romanos 3:23)
La consecuencia del pecado es la muerte (Romanos 6:23) que es la separación de Dios por la eternidad.
Los pecadores tienen como destino final el Lago de Fuego (Apocalipsis 21:8).
Además, recibirán el juicio (Hebreos 9:27), luego de morir físicamente.

Creemos que Cristo vino al mundo para morir por nuestros pecados (1 Pedro 2:24), nos libró de que recibamos el castigo que merecemos (2 Corintios 5:21). De esta forma, los que creen en Él no se pierden más bien tienen vida eterna (Juan 3:16).
Los que confiesan que Jesús es el Señor y creen que Él ha resucitado son salvos (Romanos 10:9).
Creemos que la Salvación es por Gracia del Señor, y se la recibe por fe y no por obras (Efesios 2:8-9).
Creemos que la Salvación no se pierde (Juan 10:29, Hebreos 7:25, 1 Pedro 1:3-5).
El Señor nos hace nuevas criaturas (2 Corintios 5:17).

Creemos que todos los que tienen fe Cristo tienen la vida eterna (Juan 3:16).
El que muere físicamente sin tener estar en Cristo tendrá la muerte segunda (Apocalipsis 21:8).

Creemos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo (Efesios 1:22-23) y los cristianos son miembros de este cuerpo (Efesios 5:29-30).
Creemos que Cristo es nuestro Señor (Filipenses 2:11, 1 Corintios 1:9) y el Espíritu Santo es quien nos guía (Romanos 8:5-9).
Creemos que Dios nos ha hecho mayordomos (1 Corintios 4:2), es decir, administradores de todas las cosas que tenemos.
La iglesia tiene una Misión que es predicar el Evangelio (Marcos 16:15), es decir, hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19).

Tenemos una lucha Espiritual (Efesios 6:12).
Creemos en la existencia del tentador o el diablo (Mateo 4:3-5). Es un espíritu personal y real. Él obra en el mundo tratando de destruir las almas de los seres humanos. El diablo y todos sus ángeles caídos serán echados al Lago de Fuego y Azufre (Apocalipsis 20:10).
Otro enemigo, que puede destruirnos, es nuestra naturaleza humana o la carne (Romanos 8:13).
El mundo es otro de nuestros enemigos, y el Señor nos pide que no nos conformemos a él (Romanos 12:2).

Creemos en las Ordenanzas o Sacramentos de la Iglesia, que son:

El Bautismo. Es un mandato para todo creyente como testimonio público de su conversión.
- Todo cristiano obediente debe bautizarse (Mateo 28:19).
- El bautismo no salva (Efesios 2:8).
La Cena del Señor. Es un mandato para cada creyente que está en plena Comunión con Dios (1 Corintios 11:27-28).
- Conmemoración de la muerte de Cristo y celebración de nuestra comunión como los redimidos por Su Sangre, hasta que Él vuelva (Mateo 26:26-29; 1 Corintios 11:23-26).